Ganadoras
- Eliana Salinas

- 28 feb
- 2 Min. de lectura
"Bastante mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad." 2 Corintios 12:9

En un mundo que valora la perfección y la fuerza, es fácil sentirse inadecuada o débil.
Pero la Biblia nos dice que la debilidad no es algo que debamos temer, sino algo que podemos ofrecer a Dios para que Él pueda trabajar a través de nosotras.
La semana pasada mi hija me invitó a ver una película con ella, hicimos cine en casa y aunque ya habíamos visto antes este título pude descubrir un mensaje maraviloso. Vimos la película "Ralph el demoledor." Donde Vanelope von Schweetz (el personaje favorito de mi hija) es la figura de acción principal de un video juego de carreras de autos, ella fue creada para ser una ganadora, pero le hicieron creer que era una falla del sistema, que estaba en el video juego por error por eso, vive desde hace mucho tiempo como si eso fuera cierto. Sin embargo, cuando descubre su verdadera identidad, se convierte en una campeona.
Decidí usar esta ilustración para que reflexionemos en que así como Vanelope, nosotras también podemos sentirnos como fallas o como mujeres débiles, pero la verdad es que Dios nos creó para ser ganadoras. Él nos dio dones y habilidades únicas que podemos usar para glorificarlo.
El enemigo de nuestras almas es astuto y casi siempre una misma estrategia, hacernos dudar de quiénes somos o introducir pensamientos de culpa e insuficiencia para alejarnos del perfecto amor de Dios, en el cuál no hay condenación. ¡Tengo buenas noticias! Jesús conoce perfectamente quiénes somos, cómo somos, cómo pensamos y qué es lo que sentimos. ¿Sabes cómo lo sabe? porque él decidió crearnos así, en nuestras debilidades y en nuestra vulnerabilidad es cuando más Dios se glorifica en nuestras vidas y cuando Jesús más crece en nuestro interior.
Así que, ¿qué debemos hacer cuando nos sentimos débiles o inadecuadas? Debemos recordar que la gracia de Dios es suficiente. Debemos ofrecerle nuestras debilidades a Él y permitir que Él trabaje a través de nosotras.
Te desafío a enfrentar el día con confianza, sabiendo que la gracia de Dios es suficiente para vos. Recordá que su poder se perfecciona en la debilidad.
Hoy, no te dejes vencer por tus debilidades, entregáselas al Señor y permití que Él te convierta en una verdadera ganadora.
















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