Amor
- Eliana Salinas

- 14 feb
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 27 jun
En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra que no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de Dios. 1 Juan 4:18

Como ya nos hemos estado conociendo en entre post y post, quisiera contarte que al igual muchas de nosotras tengo días malos, hay momentos en esos días en los que no veo salida, momentos en que todo alrededor parece conspirar y para hacer que me sienta totalmente insegura, en derrota, en desesperación, en angustia como si caminara a tientas. Suena dramático, pero así es, y si lo viviste podés empatizar conmigo.
Desde el año pasado empecé a pasar por procesos de salud que Dios permitió para afianzar en mí absoluta dependencia de él. Cuando empecé a transitar por el desierto de la salud la incertidumbre teñía mis días, no diariamente sino, en especial cuando tenía que buscar algún resultado o algo por el estilo. Uno de esos días me levanté en oración, hice mi devocional diario y entendí esta verdad que te quiero compartir:
Cuando sentís que todo a tu alrededor es caos, no necesitás paz; cuando te sentís llena de incertidumbre por la circunstancia actual, no necesitás seguridad; cuando te sentís sola porque nadie alrededor parece comprenderte, no necesitás compasión; cuando no podés resolver cierto asunto familiar, de trabajo, ministerial, relacional, espiritual y te sentís llena de preocupación, no necesitás calma. Sí, así como lo lees, no necesitás nada eso. Lo que necesitás y lo que necesito en esos momentos es AMOR, es a Dios, porque él ES Amor. Y tal como nos dice Juan si tenemos miedo, y todas estas cosas que antes mencioné dando vueltas en la cabeza es porque no hemos experimentado plenamente el amor de Dios porque su amor hecha fuera el temor. Ese amor nos traerá paz,seguridad, compasión, y calma entre otras bendiciones.
Te preguntarás ¿Y cómo hago para experimentar ese amor? es sencillo, tenés que creer que Él te ama, y dejarte amar. Cuando te invadan estos pensamientos contrarrestalos con las promesas de Dios, y si a veces sentís que no estás a la altura de su amor, o no podés creer que Él aún con tu situación actual te siga amando pensá que Jesús dió su vida por vos y te amó primero.
¡ÉL NOS AMÓ PRIMERO!
Apocalipsis 1:5-6 dice en una partecita..."Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados"...
Me encanta pensar en que él primero nos ama, nos recibe, nos acepta tal como somos y solo después eso nos limpia.
¿Te imaginas abrazar y besar a una persona que está muy sucia sin pedirle que primero se limpie? En mi experiencia, aunque es vergonzozo reconocerlo; cuando mi hija viene de jugar llena de barro, sudor, la ropa sucia y a veces rota lo primero que le pido es que pase directo al baño a ducharse, no la abrazo y la beso por todos lados cuando llega así, debo ser sincera.
Pero Dios hace el proceso inverso, no le importa como estamos, él nos ama.
HOY cree en que Dios te ama y que sos lo que Él dice que sos porque Él es quien dice que es.
















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